El maestro
universitario César Herrera Paula ha recopilado una serie de leyendas y
tradiciones de nuestra provincia. Una de ellas es la que contamos a
continuación.
En San
Gerardo, población del cantón Guano, muy cerca de la ciudad de Riobamba,
Juan trabajaba en un lugar muy distante del centro parroquial. Para
llegar debía atravesar un bosque; salía de su casa a las 8 de la mañana y
retornaba a las 8 de la noche.
Cierta ocasión mientras volvía, creyó escuchar pasos. No dio importancia, pero más allá escuchó una voz ronca que le dijo:
- No mire atrás… únicamente dame tu cigarrillo.
Así lo hizo y prosiguió su recorrido. Al día siguiente llevó una cajetilla y la voz nuevamente se dejó escuchar.
De reojo
observó que se trataba de un hombre muy pequeñito, portaba un látigo en
su mano, y llevaba en su cabeza un sombrero muy grande.
Juan se
asustó y corrió desesperadamente. Al llegar a casa comentó lo sucedido y
su madre le aconsejó llevar siempre un crucifijo.
Así lo hizo y al día siguiente, el hombrecillo no le pidió cigarrillos sino que empezó a castigarle con el látigo.
Juan sacó de su camisa el crucifijo y el enano se esfumó como por encanto.
Esta aparición y otras similares hicieron entender que se trataba del Duende de San Gerardo.
Recuperado de: http://genesis101998.blogspot.com/
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